Qué mejor para alegrar un sábado noche después de un día de enclaustramiento que un mojito de los buenos. Eso si,no tomar más de uno, que si no te lían, y será por ganas de fiesta...pero el deber es el deber. Por cierto,fundamental: grata compañía.Y a mi no me ha faltado.
Comentarios
Pero Pepito Grillo me estuvo dando el coñazo...